No tocar... le he echado vitaminas
No tocar… le he echado vitaminas Orquídea. Curiosa flor. Dicen que regalar una es transmitir un mensaje de belleza hacia quien se ofrece, poniendo en evidencia la alta consideración y estima que la persona despierta. Que despierte estima a esos cinco “minions” es algo que agradecí más que la propia flor, pero dicho eso – lo más importante por cierto –, me quedaba la tarea de cuidarla como se merecía. ¡Y qué poca mano tengo para las plantas! Algo que no me perdono viniendo de abuelas, tía, madre, marido y suegra con mano divina para ellas. ¿Me la llevo a casa? ¿La dejo en la ofi? A Soni se le dan bien las plantas pero dice no saber de orquídeas. Se mete en internet, me pide un vaporizador y, cada mañana, viene a echarle un vistazo para ver cómo sigue. En ese intervalo, misteriosamente, la orquídea aparece fuera de la maceta que formaba parte del regalo. Y va la orquídea un día y pierde una hoja, y luego otra y así empieza a preocupar- nos. Una tarde ...