Hasta la luna... y vuelta
Hasta la luna... y vuelta
Ella, a veces, también cuenta cuentos. Los cuenta, pero a mí me gusta decir que "me" los cuenta.
Éste es de una liebre mamá y una liebre hija. Como ella y yo.
Quiere ser profesora de infantil, así que tiene que aprender a leer a los niños de forma que les guste: "porque si no, no me van a hacer caso...".
Pone énfasis en las frases, y cuando habla la liebre pequeña se distingue perfectamente que ella es pequeña y la madre es grande.
- "No le pongo voz de pequeña... es que la liebre es pequeña".
Sus eses son muy sonoras. La niña es muy de Madrid...
Y su voz es verdaderamente dulce. Estoy convencida de que le sale directamente del corazón.
La liebre y su madre siguen viviendo aventuras... y la madre quiere a su cría mucho. Quiero vivir muchas aventuras con ella.
Cuando a la liebre le da sueño, ella lee entre susurros... No vaya a ser que se despierte.
Toda una dulzura.
Hasta la luna y vuelta mil veces, princesa.
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